Hacía tanto frío que
solo apetecía llegar a casa y cobijarse entre las suaves mantas del sofá. Abrí
la puerta, y dejé los libros sobre la mesa del escritorio. De la cocina emanaba
un olor a chocolate recién hecho, me tomé una taza y fui a sentarme al sofá;
aquel en el que había pensado cuando caminaba por la calle.
Poco a poco,
un dulce sueño se fue apoderando de mi mente... eso creo que sucedió.
No recuerdo
nada más de aquella tarde de enero.
Cuando desperté, todo era distinto: el
paisaje, la casa; mi cuerpo estaba agarrotado, me costaba caminar. Al mirarme
en el espejo no sabía quién era: tenía alguna arruga, canas. Llamé a mi madre
pero nadie respondió. Comencé a dar vueltas por la casa, como quien acaba de
perder algo importante; no conseguía ordenar mi cabeza y pensar. Quería gritar, buscar caras
conocidas, algún paisaje familiar, pero no veía nada. La desesperación se
adueñó de mí. Unos niños jugaban en el
parque, tuve intenciones de llamarlos para preguntarles qué día era, pero después
tuve miedo de sus burlas. Decidí bajar a la calle y entrar en un lugar, quizá
un bar o un kiosco, algo que pudiera dar a mi mente lucidez. Me acerqué a un
escaparate y leí una noticia en el periódico:
“50 ANIVERSARIO DEL FINAL DE LA CRISIS”
“HOY, DESPUÉS DE TANTO TIEMPO,
NO HAY NINGUNA PERSONA
SIN EMPLEO”
Corrí sin rumbo, sin saber adónde ir,
como un animal cuando se pierde y los ruidos le vuelven loco. Regresé a mi casa. Llamé a la puerta, mi madre me abrió y, como cada día, me besó en la mejilla,
cogió mis libros y me preguntó por las cosas cotidianas. Lloré, desconsolada,
sin poder hablar . Mi madre no entendía nada, yo tampoco. Escuché una voz que
me decía: “Vamos, es la hora de la cena”, era mi padre. Todo había sido un
sueño o tal vez una pesadilla, no sé, no me importaba, todo era mentira, una
toma falsa. Mi vida seguía aquí, con mis trece años, con mis deseos y temores,
pero por fin, mi vida.
Sara Vera
Kozel Álvarez. 1º de ESO.
¡Precioso, Sara! ¡Gracias!
ResponderEliminar¡Estupendo relato Sara! Tienes oficio de escritora. A trabajarlo en clase de Lengua. Blanca Núñez
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