Mi abuela Berta iba a una escuela rural. En clase eran solo niñas de diferentes edades, desde los cinco años hasta los 14 años; eran unas 20.
Solo tenían una profesora para todas las niñas y para todas las asignaturas.
Cuando eran pequeñas, comenzaban con el silabario para empezar a leer y a escribir. Cuando iban creciendo, estudiaban las asignaturas de Matemáticas, Lengua, Geografía, Historia de España, Geometría, Religión y Dibujo. Solo tenían un libro, que era como una enciclopedia pequeña en la que venía de todo para estudiar.
Aparte tenían la “doctrina”, que era un libro pequeño de la historia sagrada.
Para dibujar, tenían unas cuartillas para los mapas o para hacer dibujo lineal.
Los deberes los hacían en una pizarra pequeña.
Todos los jueves por las tardes tenían costura y, una vez a la semana, el cura para preguntarles sobre la religión.
No tenía exámenes, tenían como valoraciones pero sin notas. Solo hacían un examen para obtener el graduado escolar.
Durante los recreos (que duraban poco tiempo), jugaban al cascayo y a saltar a la cuerda.
A mi abuela le gustaba mucho la escuela, se lo pasaba muy bien y todas las asignaturas se le daban bien.
Samuel Méndez Suárez. 3º B
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