Érase una vez, en un pequeño pueblo de
Turón, tres cerditos estaban decorando sus casas. El primer cerdito era gótico
y le encantaba el negro por lo que decoró su casa con colores oscuros y un
montón de calaveras. El segundo cerdito trabajaba en las redes sociales,
entonces como le encantaba lo tecnológico, la decoró con ordenadores, tabletas,
teléfonos móviles y demás aparatos. Al tercer cerdito le encantaba la caza y la
guerra, por lo que la decoró con todas sus armas blancas y de fuego.
Un día un lobo estaba persiguiendo a una
oveja y llegó a la zona donde estaban las casas de los cerditos. Se encontraba
muy cansado de tanto correr, así que se echó a la sombra de un árbol. De repente,
el cerdito que trabajaba en redes sociales estaba asomado a la ventana grabando
un vídeo cuando lo vio y, como pensó que les estaba acechando, envió un
WhatsApp a los otros dos cerditos. El primer cerdito le lanzó un hechizo, el
segundo lo grabó todo para subirlo a YouTube, y el tercer cerdito le disparó, matándole
en el acto.
En la noche siguiente celebraron una cena
de lobo porque el vídeo del cerdito tuvo millones de visitas y se compartió
centenares de veces en las redes sociales.
Pablo Álvarez López. 2º de ESO
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