(Relato
basado en Los tres cerditos)
Érase
una vez, una mujer que tenía una importante empresa de construcción y al
jubilarse decidió venderla y retirarse al pueblo de Inglaterra donde había
nacido.
Esta
mujer tenía tres hijos y decidió repartir parte del dinero entre ellos.
Sus hijos eran Peter, Frederic y Logan Pig.
Los
chicos usaron el dinero para conocer mundo y viajaron por multitud de países.
Pero
tras un tiempo, volvieron y se establecieron en Miami. Una vez allí, entraron
en contacto con un agente llamado Alex
Wolf, que era especialista en
inversiones.
A
Logan Pig le aconsejó unas inversiones muy arriesgadas y lo engatusó de tal
manera que perdió la mayor parte de su dinero y solo le quedó lo justo para
comprar una choza en las afueras.
A
Peter Pig le recomendó acciones de
empresas poco conocidas. Pero este supo darse cuenta a tiempo con el fin de que
le quedara el dinero suficiente para comprarse un apartamento en South Beach.
Con
Frederic Pig todo fue más difícil ya que este se dio cuenta desde el primer
momento de que Wolf no era de fiar. Gracias a ello, invirtió bien y se compró
un chalet en Coral Cables.
Finalmente,
Alex Wolf fue denunciado a la policía y obligado a realizar tareas para cuidar
a personas dependientes.
Y los tres hermanos Pig vivieron
felices y comieron perdices.
Mateo Laserna Menéndez. 2º de ESO
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