Si te pudiera decir lo que sentí cuando Cupido me disparó
esa flecha con tu esencia,
no me mirarías igual que lo haces ahora.
Si te pudiera decir lo que siento cuando te miro,
no me hablarías igual que lo haces ahora.
Si te pudiera decir lo que siento cuando me regalas una
sonrisa,
no me tratarías igual que lo haces ahora.
Si te pudiera decir de lo que sería capaz de hacer por una
declaración tuya,
no pensarías igual que piensas ahora.
Si supieras el amor que guardo solo para ti,
las palabras que escribo solo para ti,
los pensamientos que solo tú protagonizas,
no me sonreirías igual que lo haces ahora
Si te pudiera decir el miedo que me entra al verte marchar,
no te irías nunca de mi lado
Si te pudiera decir lo mucho que te amo,
no me querrías igual que lo haces ahora.
Eso es algo que en mi corazón Eros clavó,
y que ni el mismísimo Hades me podrá arrebatar.
Aunque me espere la eternidad en el Tártaro,
yo siempre tendré esa flecha en mi corazón.
Paloma Labajos Pérez. 4º de ESO
No hay comentarios:
Publicar un comentario