Kansas, 13 de enero de 2014
Queridos amigos:
Ya
estoy otra vez en Kansas. Como antes de conoceros, estoy en mi habitación con
Totó, y los dos nos sentimos solos y aburridos. Ahora que sé lo que es
divertirse y pasarlo bien viviendo aventuras con vosotros, os echo mucho de
menos y me siento muy triste. Deseo con todas mis fuerzas volver al País de Oz
y poder estar con vosotros, tengo muchas cosas que contaros.
¿Sabéis
que he perdido los zapatos de plata de la bruja del este? Después de chocar los
talones, empecé a girar muy rápido por los aires con Totó en brazos, y de
repente, estaba sobre la hierba de Kansas y los zapatos habían desaparecido.
Totó y yo los hemos buscado por todas partes porque se me ha ocurrido que, si
los encuentro y choco otra vez tres veces los talones, volvería con vosotros.
No hay nada que quiera más.
También
he pensado en pedirle a mis tíos que me lleven al pueblo donde vive el Mago de
Oz, ya que está muy cerca de Kansas, para rogarle que me fabrique un globo
aerostático como el que él tenía y poder ir volando hasta el País de Oz.
Más
tarde, se me ocurrió que, si todo Kansas soplara al mismo tiempo con todas sus
fuerzas, podríamos provocar otro tornado, pero me parece que eso va a ser muy
complicado porque la gente no me creería y no creo que quisieran ayudarme.
Si
no, como último recurso, he pensado en ponerme en el sitio más alto de Kansas y
soltar la carta para que, con el viento, os llegue y la leáis, y así me ayudéis
a buscar una solución.
Besos y abrazos
para todos: Dorotea.
PD: Si os llega esta carta, le podríais
decir de mi parte al hada del norte o del sur que me mandara los zapatos para
poder chocarlos y volver a Oz.
Ainhoa López Requejo. 2º de ESO
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