Durante los años 40, en Andalucía hubo una crisis muy grande debido a una sequía. Muchas familias emigraron a Mieres con la intención de trabajar, tanto en las minas como en la siderurgia.
Antes de empezar a trabajar, en el barrio de Oñón, un grupo de mujeres (entre ellas mi tatarabuela, Maximina “La Española”) se dedicaron a buscarles aposento: las instalaron en rellanos de las escaleras, con unos colchones de paja; a otras, en chabolas. Así, pudieron empezar una nueva vida.
Cuando fueron consiguiendo trabajo y viviendo, nunca se olvidaron de la solidaridad de la gente que tanto los ayudó
Felicidades Juan Ramón por este texto. Es bueno escuchar a nuestros abuelos y padres para conocer su historia y para estar a la altura...Este relato me hace ver que nuestros abuelos tuvieron que salir de su tierra en busca de trabajo y lo bueno que fue para ellos encontrar gente como Maximina que les recibía con ayuda y no con desprecio...Sigue escuchando, leyendo y escribiendo. La foto y el texto son estupendos.
ResponderEliminarBlanca