"LLa lengua nace con el pueblo; que vuelva a él, que se funda con él, porque el pueblo es el verdadero dueño de la lengua". Miguel Delibes a lengua nace con el pueblo; que vuelva a él, que se funda con él, porque el pueblo es el verdadero dueño de la lengua". Miguel Delibes

sábado, 11 de febrero de 2023

LAS MANOS AGRIETADAS

Mi abuela se llama Amparo Suárez. Nació en La Fábrica, un pequeño pueblo del concejo de Quirós, el día 22 de agosto de 1930.

Desde pequeña, ella tenía que ayudar a su madre con las tareas de la casa y una de las que más recuerda es ir a lavar la ropa a un riachuelo que había cerca de su casa. Cogía la ropa, la metía en unos baldes de madera y el jabón que hacían en casa. Con todo ello, iba hasta el riachuelo, donde había más chicas y señoras lavando. Allí, mientras lavaban, cantaban y hablaban de todo un poco.

Cuando acababa de lavar, tocaba escurrir: lo hacía con sus propias manos y, si la ropa era grande, entre dos, cogiendo cada una por un extremo. Luego la dejaba estirada en la hierba para que se secara y, si no se secaba del todo, la llevaba a casa y la tendía en un tendal delante de la misma. Después recogía los baldes y los dejaba en un cobertizo que tenían al lado de la casa.

Tenía las manos casi siempre agrietadas y con heridas de tanto lavar a mano.

A veces, tenía que volver al riachuelo a coger agua para la casa: para lavarse, para cocinar, para limpiar, para beber...

Cuando llegó el agua corriente a casa, para ella fue algo mágico, no se lo podía creer, que no tuviera que volver al río. Y ya cuando llegó la lavadora, eso sí que fue mágico, ya que no tendría las manos mal gracias a aquel aparato.


Raquel Martínez Fernández.

3º de ESO.

 

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