Y me mintió fríamente,
ella llegaría tarde,
esa tarde calurosa
cuando bajo el sol todo arde.
Brotando de ti aquel aire,
tal viento de abejas sale,
(que mis tímpanos zozobran),
entre el cual distingo ''madre''.
Explotan los mis sentidos
y yo grito, grito: ''¡Salve!''
¡Sálvela de esa herrusca,
que vuela tal grotesca ave
como pasajera cruza!
¿Qué es lo que cruza aquella ave?
Sombra, oscuridad, silencio
hoja seca que se cae,
muerte, simplemente muerte.
Cuando las espinas saque
y la luna soberana,
enfríe el lugar, la calle,
en enlutado silencio
denegando boca a panes,
todos, atónitos bobos,
lloraremos dando mares
que se evaporarán lentos,
en tiempo de días pares.
Daniel Fernández Raja. 2º de Bachillerato.
Esti ye'l mio Dani! Perbién!
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