"LLa lengua nace con el pueblo; que vuelva a él, que se funda con él, porque el pueblo es el verdadero dueño de la lengua". Miguel Delibes a lengua nace con el pueblo; que vuelva a él, que se funda con él, porque el pueblo es el verdadero dueño de la lengua". Miguel Delibes

sábado, 20 de octubre de 2018

EN BUSCA DEL PARAÍSO


            Esta es la historia de un hombre que, con pocos recursos, consiguió sus deseos. Esta es la historia de mi bisabuelo.
            Soleiman Jadmes, nacido en tierras sirias, residía en la aldea de Zomma. Su país iba entrando en una crisis que produjo la consiguiente emigración de sus habitantes. Soleiman había oído hablar de un lugar en el norte de Chile cuyo nombre era parecido al de su pueblo, pero con unas costas espléndidas. Su hermano había emigrado tiempo atrás y solo quedaba el menor, Isa. De este modo, dos importantes factores lo empujaban a esas tierras desconocidas.
            Ya era oficial, ya podía cambiar su vida, empezar una nueva en el poblado de Mejillones, un importante puerto chileno. Parece que esto fue posible a la educación adquirida tiempo atrás, un privilegio que no todos podían tener.
            Soleiman desembarcó en el puerto de Trípoli, en el actual Líbano. Su viaje comenzaba sin nadie que le acompañara, solo él y su destino. Pasaban los días y, aunque Chile seguía lejos, logró visitar países como EEUU, Francia e Inglaterra, donde recolectó objetos y amistades. Ya quedaba menos para llegar a su destino.
            Finalmente arribó a Mejillones pero tuvo que recorrer mucho hasta llegar ahí. Inicialmente desembarcó en Valparaíso, una localidad de Chile central. Allí conoció a otros árabes, los Sumar y los Yarur, que se dirigían a la capital, Santiago de Chile, a hacer fortuna. Durante la estancia, su nombre fue traducido como Salomón Amado Jales y fue adquiriendo poco a poco nuevas costumbres sin olvidar las suyas. Y así fue viajando hasta Mejillones, donde iniciaría su nueva vida.
            Pasaron los años y formó una familia junto a su esposa y sus once hijos, y su hermano Isa con quien fundó una empresa. Fue abandonando algunas tradiciones árabes pero allí fue feliz y daría lugar a una larga descendencia que continúa hoy.

 
Matías Andrés Chacana. 2º de ESO.

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